“The only rule is: don’t come back as you left. Come back different.”
Con esta frase de Anne Carson vine a Tanzania y hoy puedo decir que, además de compartir el mensaje al 100%, creo que también he conseguido aplicarlo en gran medida… Y eso me hace muy feliz.
Llevaba mucho tiempo buscando el lugar y el momento adecuados para hacer un voluntariado en un colegio con niños, lo único que tenía claro es que quería que fuese en Tanzania. No sé por qué, es un lugar que siempre me había atraído. Conocí Born To Learn gracias a una amiga que vino como voluntaria hace un año y me lo recomendó (¡Gracias, Sara!). Así que me puse en contacto con Sam (Fundadora de BTL) para pedirle información. Con la pandemia de por medio pasaron muchos meses hasta que hasta que en octubre, en pleno proyecto de trabajo sin tiempo ni para respirar, sentí y decidí que era el momento para irme, y allí mismo compré los vuelos.
¡Me iba en 3 semanas! Me costó asimilar que, por fin, iba a cumplir mi sueño de hacer mi viaje más importante, a Tanzania y una ONG con buenas referencias que desde el primer momento me transmitió confianza.
Sin darme cuenta, estaba aterrizando en el Aeropuerto de Kilimanjaro. Estaba nerviosa. Vino a recogerme Aloyce, del driver de confianza del colegio, un tío súper amable y divertido que fue el primero en decirme con una sonrisa el “Hakuna Matata”, que tantas veces he escuchado aquí después.
Empezaba mi aventura.
Antes de venir ya sabía que iba a ser una experiencia única, que iba a ser fuerte, dura, todo lo que se suele decir… Pero no es cierto. Es mucho más.
Esta dos semanas han pasado volando, he vivido tres vidas en una… Han sido días muy intensos emocionalmente que me han permitido acercarme a vidas muy diferentes a las nuestras, a una cultura, unas costumbres, unas preocupaciones que nada tienen que ver con las que nosotros (por suerte) tenemos. Los peques, los chicos más mayores, los profesores, todas las personas que he conocido aquí me han recibido como si fuese de su familia, porque así son ellos, te lo dan todo. Y aquí te das cuenta de que el error es creer que necesitamos algo más para ser felices, no ver que ya lo tenemos todo. Porque ser felices es una forma de ver la vida, una actitud. Es la lección más importante que me llevo entre tantas cosas que me han enseñado (porque no nos equivoquemos, nosotros somos los aprendemos de ellos, sin duda).
Gracias, gracias y gracias a Jorge, Paz, Claudia, Antonio, por ser mi “familia tanzana” y unos grandes anfitriones e integrarme de esta manera tan bonita en el día a día del colegio. Y por enseñarme palabras en Swahili que me han venido de maravilla… 🙂
Gracias a Sam por hacerlo posible, levantar y mantener este proyecto no lo consigue cualquiera, tienes toda mi admiración y respeto. Y sobre todo, GRACIAS a todos los pequeñajos, a los alumnos más mayores, a los profes y cada una de las personas que he conocido allí por cada abrazo, cada baile, cada mirada llena de cariño, cada sonrisa, cada conversación.
Hacer un voluntariado es una manera de adentrarte en su mundo tan profundamente que de otra manera no sería posible, que me ha ayudado a valorar y a agradecer lo que tengo. Y hacerlo de la mano de Born To Learn, ha sido la mejor decisión que podía tomar.
Asante Sana, Born To Learn🤍
Asante Sana, Tanzania!🇹🇿