Cayetana, admirable labor.

No sabría muy bien por dónde empezar este testimonio, hay tanto que decir que a penas sé diferenciar el principio del final. Intentaré empezar por explicar lo que en mi caso ha significado para mi esta experiencia.
Todo el mundo te dice antes de hacer un voluntariado lo mucho que vas a poder enseñar y ayudar a la gente de dónde vas, pero la verdad, no pueden estar más equivocados. Nada de lo que puedas enseñarles se puede comparar a lo que ellos te enseñarán a ti. Sin ser conscientes te abren los ojos, la mente y sobretodo, el corazón. Puede parecer cursi, pero es cierto, cosas que antes no percibías o no apreciabas pasan a ocupar un gran lugar ante tus ojos. Y sin quererlo, gente que a gran escala a penas conoces, pasa a ser más importante para ti que otras personas que conoces desde hace mucho mas tiempo. Supongo que esto se debe a la entrega de toda su persona, sin cambiar ni un solo detalle, por su parte desde el momento uno. La gente que he conocido aquí me ha enseñado a querer, a querer a cada uno con lo bueno y con lo malo. A aprovechar, a aprovechar cada pequeña puerta o ventanilla que se abra ante nosotros. A luchar, porque nada te viene dado y solo podrás recoger los frutos que tú hayas plantado previamente. A relativizar y quitarle mucha importancia a las cosas que no la tienen, que son la mayoría. Y a dejar de pensar, no pensar tanto y dejar de darle vueltas a las cosas que no merecen más de dos minutos de nuestra atención, porque dime: ¿Respiras? ¿Tienes agua/comida/ familia? Entonces eso significa que todo va bien.
Y es que es una experiencia tan intensa que te crees haber vivido allí toda la vida y al mismo
tiempo no ves el tiempo pasar, y cuando quieres darte cuenta, ya estás subiéndote a un avión de vuelta a España. Pero a pesar del momento triste que es la despedida, he de decir que estoy muy feliz. Vuelvo con más energía que nunca, porque como he aprendido en este lugar, has de seguir adelante con una sonrisa esperando a que las siguientes cosas apasionantes lleguen, porque siempre llegan. Y que nada es tan grave como para quitarte una sonrisa más de cinco minutos, todos los problemas tienen solución, y del contrario, no serian problemas.
Por último, no puedo contar mi experiencia al completo sin mencionar al propio equipo de Born to learn y al resto de voluntarios. A pesar de estar una temporada que me pillaba un poco entre medias donde empecé con unos y acabé con otros y siendo solo tres voluntarios, tengo que decir que cada persona que he conocido allí me ha sorprendido y enseñado algo. Cada uno de ellos, de edad, carácter y personalidad completamente distinta, se han portado conmigo como si les conociese desde siempre. Así que, me siento orgullosa de poder decir que siempre tendré un hogar en Born to Learn.
Resumiendo, no solo aprendes muchísimas cosas y disfrutas como nunca, sino que también conoces a gente de verdad, y eso, es probablemente de las cosas que más me han gustado de esta experiencia. Pero de nuevo, esta solo es mi propia percepción de las cosas, y no todos vivimos las cosas de la misma forma, supongo que para entender lo que digo hay que vivir la experiencia por uno mismo y sacar tus propias conclusiones.

Leave a Comment

Your email address will not be published. Required fields are marked *

*
*